Primer viaje, tercer día.

Me quedé hace varios posts a punto de contaros cómo fue el día de Navidad en Nueva Delhi.
Nos metimos en el coche con la intención de dejar las maletas en la consigna de la estación y, tras llegar y comprobar que no era la estación nueva, sino la vieja, volvimos a sumergirnos en el tráfico de la ciudad. Tras no sé cuántas horas de embotellamiento (como siempre, vacas, rickshaws, personas, camiones, taxis, coches, bicicletas, motos, carros, semáforos escasos, señalización ausente, pirulones impresionantes),


(Señor con carro por mitad de la calle)




(Pure vegetarian food, ¿eh? Y el cartel de Durex, sí señor...)

nos dirigimos a una ONG que trabaja con niños de la calle. Para llegar, el pobre de Ashok (gran conductor donde los haya) nos dejó en medio del gentío y, hala, a buscar un rickshaw. ¡¡Multituuuud!! ¡¡¡Piiii, piiii!!! ¡¡¡Gente!!! ¡¡¡Piiiii, piiiii!!! Eso de tener que caminar por enmedio del tráfico, sin saber por dónde te vas a mover, ni de dónde te van a venir, ni cómo te puedes parar...¡¡Uff!! Experiencia intensa y recomendable (nunca más me quejaré del tráfico aquí, I promise). Caminando me suelta la felicitación de navidad más inesperada un chico que iba en moto: "Merry Christmas, baby" xDDDDDDDD Quién me lo iba a decir, jajajaja. Me estaré acordando del Merry Christmas para los restos, de verdad.
Subimos al rickshaw...los tres. Digamos que dos habríamos entrado bien, pero tres...Con medio culo fuera, agarrada a mi hermana y a no sé muy bien qué, con cara de acojonada y pensando que íbamos a volcar, intentando verlo, olerlo y percibirlo todo sin poner en peligro mi vida...¡¡Allá que vamos!! Otra gran experiencia que te hace apreciar todo lo que tienes :P
De camino, nos encontramos con una procesión religiosa a la que seguía un camión en el que iba gente animando a no beber alcohol. Daba miedo: llevaban máscaras con una calavera y los pelos tiesos y blandían unas botellas de cristal (luego supe que eran de ron xDD) mientras gritaban consignas en contra de su consumo. Acojona, en serio.





Como el piso de la ONG estaba bastante "rescondido", el rickshaw nos dejó en medio de la nada y echamos a andar por entre las callejuelas. No hice fotos, pero era genial, de verdad. Genial por la autenticidad, el silencio, la gente...Y dimos con el piso. En el bloque hay varias organizaciones más (de hecho, nos paramos en una asociación de sordos). Había una verja que separa las escaleras de la entrada del piso y subimos cuidadosamente para encontrarnos con un chiquillo cuya pelota vino a parar a los pies de mi hermana. "Hello", dijo, y salió corriendo a avisar a los demás de que había visita. Yo friéndome como un pollo con mi abrigo verde y muerta de vergüenza por la expectación que causamos, mi hermana feliz como una perdiz y S. que fue a hablar con los encargados. Allí nos sentaron a los tres, en una sala enorme y algo destartalada donde los niños veían la TV o estudiaban (había una pizarra grande y un mapamundi pintado en la pared). Sesenta y pico niños (no recuerdo si eran tres o seis) venidos de distintas partes de la India, que se sentaron en filas en el suelo para observarnos y darnos la mano. Nos preguntaban el nombre, de dónde éramos (no recuerdo como se decía, pero terminamos por entenderlo) y cómo estábamos. ¡Más lindos todos! Escuchamos alguna historia que Sanjeev nos tradujo (la más triste, la de un chico que hacía 3 años había perdido a su familia en un accidente de tráfico y que, del golpe que recibió, había perdido la memoria, así que no sabía de dónde era ni dónde podría vivir el resto de su familia); la mayoría habían huído de sus casas...
Compramos unos dulces de leche (unas bolitas riquísimas) y se repartieron entre todos. Marisa y S. hicieron fotos (la vergüenza me pudo) y un chico que había salido de aquella ONG y que ahora trabajaba como guía nos contó brevemente cómo había sido la experiencia.
Nos fuimos con ganas de hacer algo más, que ya se irá viendo con el tiempo...

(Recuerdo que el niño morenito de la camiseta negra se llama R. El que está delante mía venía desde Mumbai, y se parece muuuucho a Shahrukh Khan :P)


Luego, volvimos a la realidad de la calle, al barro y la tierra, a los restos de tabaco mascado y al coche, para subir en coche e ir a ver la zona del Parliament House (que debe ser la más limpia, amplia y menos transitada de toda la India)



(El mono es de verdad)


(Al fondo se ve la India Gate)

Más tarde, estuvimos en el templo Laxmi Narayan (no hay fotos del interior, porque no estaba permitido). Hice la foto, no sólo por lo bonito del templo, sino para que se viera bien el uso de la esvástica, dejemos todos de relacionarla únicamente con el nazismo y aprendamos un poco más de los verdaderos orígenes de este símbolo (info de la wikipedia, aquí). Obsérvese el puesto de control a la entrada del templo ;)


Después estuvimos en el Gurudwara (un templo Sikh) de Delhi, un templo precioso donde, además descalzarnos y "lavarnos" los pies en una especie de hundilón con agua que había a la entrada, nos dejaron un pañuelito con el que cubrirnos la cabeza. ¿Os he dicho que esos pañuelos que compramos las chicas en los puestos hippies y que son de colores con unas tiras plateadas, los llevan algunos niños Sikh en la cabeza? :P




Para terminar la visita de templos, vimos por fuera el Lotus Temple, que es un templo de la fe Bah'ai, y en cuyo interior hay espacio y cojines para meditar (no lo vimos, pero nos lo dijeron).


Y luego...¡aventura nocturna en el tren!
La estación antigua de Delhi viene a ser un microcosmos superpoblado de personas que vienen, se van, se quedan, porteadores de maletas, vendedores de cadenas, niños que te miran, mujeres escondiéndose tras sus chales y trenes que salen tarde. Muy tarde. Como una hora y pico de pie escuchando el "ta-dá" (sonido que anuncia algún aviso), viendo a la muchedumbre moverse y nuestro tren parado porque lo estaban limpiando.
Después de la larga espera, allá vamos, a buscar nuestras literas en 2ª clase. Imagináos un pasillo poco iluminado, azul y con una serie de cortinas a ambos lados que esconden las literas o los compartimentos de 4 literas (sin puerta, sólo cortinas). Vale, bien. Es modesto, pero aparentemente cómodo. Como somos (sobre todo yo) un poco caguetas y la verdad es que nos llevábamos bastante bien con él, le pedimos a S. que durmiera en la litera superior (la suya estaba muy lejos) y nosotras compartíamos la de abajo, para no quedarnos solas :P Y nada, después de comer patatas de paquete que sobraron del viaje de ida y pan de molde que él llevaba, nos "arrebujamos" los tres en la litera inferior para ver una peli (Rang de Basanti), esta vez con subtítulos :P
Se me olvida un dato importante: nada más acomodarnos en las literas, observé con terror y pavor cómo una pequeña cucaracha campaba alegremente por allí. Superado el primer mal rato, volví a encontrarme con otra...y otra...y otra...que iban y venía de litera en litera, buscando no sé qué, pero con tal acierto que lo que consiguieron fue que superaron, aparentemente, mi mayor terror. Digo aparentemente, porque no son las cucarachas de aquí: ni vuelan, ni son grandes. Más pueden parecer una especie de escarabajo que otra cosa, así que lo que realmente me hizo dormir mal fue el compartir la cama con mi hermana (para una persona está bien, pero para dos no).
Al despertar, comprobé que el aseo del tren era un Indian Toilet y que iba a tener que utilizarlo sin poder agarrarme a nada. ¡Prueba superada! (Aunque la cara que se me quedó al ver el boquete fue graciosa).
Y nada, llegamos a Benarés a eso de las 8 de la mañana (el tren debió salir a eso de las 10 y pico de la noche), con la espalda como una alcayata, con el chaquetón embadurnado de spray antimosquitos (por si ahuyentaba a las cucarachas), muerta de hambre, sueño y con la satisfacción de haber podido dormir en un entorno cucarachil sin que ninguna me diera una sorpresa en mitad de la noche :P Otra experiencia más :P

(Foto desde el tren de otro ídem igual que el nuestro). Las fotos del interior son más privadas :P)

Próximo post: Benarés.